No es parte de una cartografía,
ni un destello del retazo universal
Pequeños momentos
migajas
luces titilantes
No es el pequeño trozo demencial,
ni hospitales de colores
ni canciones tras la nuca...
No es locura,
psicótico viaje.
Eres tú, nadie más que tú
Volcán inalterable, oleaje que se azuza con la noche...
Eres tú, horizonte, espejos, cielo...
Eres, la que siempre vi bajo el cristal
Ese que nunca acabó por romperse...
Hasta hoy
Las palabras comenzaron a rebotar en esa mirada opaca como si la vida fuera tan larga o tan corta Los versos de las poetizas muertas rebotan mi cabeza como balas de plata y la sangre se esparce, a través, en un trinar, trino de pájaro cautivo que se desangra en cada vaivén de la jaula universal No soy de aquí ni de allá no soy de ti ni de mi El universo se detiene cada vez que ese corazón titubea Ese accidente cósmico sigue en constante revolución y ya no sé dónde va a parar ni cómo desligarme
Me encantaría tener alguna certeza
Mientras la visión era borrosa en ese tren, cerré los ojos.
Me aferré a un rincón de tu ropa para ver si el tiempo era capaz de detenerse y retroceder, por lo menos, cuatro días. Pero eso no sucedió...
Me hiciste creer -ingenuamente, sin intención- en que se podía intentar, pero ya ves, no se puede, no tuviste el coraje suficiente.
Me he cargado de fuerza y de voluntad, empecé a olvidarte porque ni siquiera en nuestra última llamada dejaste de arañar de regreso.
Y así quedé, con el corazón contenido...
Esperando, mirando, asfixiando los segundos
Incierta agonía...
Este horizonte difuso
difuminado en tu sonrisa
desaparecido en tu furia...
Camino dispar
Comenzar, detenerse, alejarse,mirar...
¿para qué?
para constatar las incongruencias cognitivas, acaso...
No tiene sentido intentar, porfiar, resistir...
(...)Cuando siento que quiero verte morir de amor por mí, cuando recuerdo tu voz diciendo "te amo" con tanta honestidad, con tanta pasión, con tanta naturalidad, de esa que no se ve en el cine, no se lee en los libros, no se siente en la música... Esa que desconocía hasta esa tarde, la honestidad tuya que a veces me desarma entera y me hace avergonzarme hasta de cómo miro el mundo y otras veces, me estremece hasta lo más profundo y sensible, con ese sentir tan potente y tan fugaz que destellas, como un cometa, cada cierto tiempo, que se espera y que tarda en llegar, pero que cuando llega pasa tan fugaz que pareciera que hay que contener la respiración para retenerte un momento más.
¿La diferencia con ese cometa? Es que tú vuelves a pasar cada vez que te evocan mis recuerdos, sé de memoria tus momentos. La diferencia es que cuando nos rozamos y nos lanzamos por el telón infinito de este mundo, ese que dicen que se llama cielo, allá donde habitan las nubes y el sol y las estrellas fugaces y la luna... ese telón donde volamos a distintas velocidades y alturas, puedo volver a tenerte(...)
Hoy, la vida me volvió a recordar
la razón por la cual el baúl tenía doble llave, cadenas y un candado policial...
Hoy, la vida me volvió a recordar
esa sensación de amar y que no sirva de nada...
Hoy, me hiciste sentir las mil y un razones de esconder el corazón
Hoy, pudiste devolver la mano de todas las veces que te sentiste abandonada
La luna acompañó el reflejo
“Cuando tú vuelvas, si es que vuelves, no te vayas enseguida. Yo quiero acabarme contigo y quiero morirme en tus brazos” (Mistral, G. 1xxx)
Quiero no hablar, quiero salir caminando, corriendo, gritando... lejos, tan lejos qué sea lo suficientemente largo el trayecto a mis recuerdos...
mi mujer mapuche es como la tierra después de llover, mi mujer mapuche es como la noche sin viento silenciosa y tranquila mi mujer mapuche me toca como la américa completa, mi mujer mapuche se adueña de mi retazo de razón mi mujer mapuche no deja acabar las horas sin llamarlas cobardes, no me ata a su conciencia, le pertenezco por derecho ancestral mi mujer mapuche tiene la piel como el cacao y sus ojos como la tierra mi mujer mapuche tiene territorios infinitamente suyos, infinitamente nuestros mi mujer mapuche tiene al cosmos en sus labios, al universo en sus manos, a los astros en su cabello
mágica armonía
algo así como un distante atardecer
Ese deslizar y devenir en tu cintura...
Esa silueta que marcaba la luna
