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el sol llega a mi rostro y cada pasillo de esta pequeña ciudad me lleva de camino hacia el sol...
quisiera a veces detener mi mente y no pensar en nada...
de todos modos las cosas nunca tienen un significado total...
de todos modos siempre que reflexione respecto a todo no llego a nada...
pero es el mejor pasatiempo con el cual mi locura para a tener utilidad...
reconozco que esta ciudad dentro de toda su belleza me intoxica...
a veces me insultan hasta sus atardeceres...
pero es sin duda la ciudad con el cielo más hermoso... y más amplio del mundo...
entre sus dos cordilleras tan lejanas...
es como si puediera lanzarme al piso en algún lugar lejos de la gente y observar las nubes hasta descansar de mi misma...
la lejanía de la gente es lo más bello de esta ciudad...
para la entrada número cien no hay poesía...
solamente un intento de caos mental...
cada minuto es una cabeza que no deja de trabajar...
me hace dormirme con un poco más de facilidad, de todos modos...
pero... no sé qué tan razonable sea todo lo que pienso...
pero... a veces quisiera irme lejos...
donde nadie me conozca...
hoy le pedí a mi mamá que nos devolviéramos a conce...
como siempre quisieron...
pero ya es muy tarde para regresar...
tendré que esperar y emprender el vuelo sola...
aunque quisiera correr lejos de aqui ahora...
no se puede... hay demasiado que me arraiga a este pueblo...
que está cargado de historias, de recuerdos y de rincones mágicos...
un día no muy lejano... estarán en un libro cada rincón, cada poesía y cada beso...
de esos ocultos... de esos robados... de esos llenos de despedida...
cada vez que corrí entre la gente para encontrarla...
para decirle... que esta ciudad se llenó de recuerdos...
y no quería nostalgias...
ahora no puedo correr hacia ella...
pero son momentos de valentía...
los pocos que tuve...
los pocos que recuerdo
cuando se trata de luchar... por lo que se remueve en mi pecho