Fueron tantos momentos
cada giro en ciudades interminables...
universos atascados en el espacio inifnito del sol
el atardecer de aquella ventana
el gato en el tejado...
la luz del iluminador...
las vueltas de sábanas
los cotejados momentos absueltos
abolución completa de tu voz
tu cuerpo
y tus ojos...
grabado cada instante y borrado al mismo tiempo
esta ambivalencia inevitable
de mala poesía se tiñe la noche