Es cierto que en cierta medida esta forma en la que amamos nos has hecho sentir que va a acabar con nuestra vida, se nos alejan amigos, familia, colegas, oportunidades de estudio, trabajo, imagen, sociabilidad. De hecho, es como si nada pudiera hacernos recuperar el sentido cuando alguien o algunos, han osado descarada y cruelmente a quitarnos lo que es inherente a nosotros solo por el simple y maravilloso hecho de amar distinto a ellos.
¿Pero saben? No les escribo esto para que se sientan pésimo y digan “Somos desdichados” y lloren amargamente, les escribo para dejarles un fragmento que luego de unos minutos tomó fuerza en mi corazón como una filosofía de vida:
"La salvación del hombre sólo es posible en el amor y a través del amor. Intuí cómo un hombre (mujer), despojado de todo, `puede saborear la felicidad - aunque sólo sea un suspiro de felicidad - si contempla el rostro de su ser querido... Ahora sí entiendo aquellas palabras: "Los ángeles se abandonan en la contemplación de la gloria infinita"
La salvación… entonces ¿qué más da? que un par de pelagatos insensibles vengan a maldecir nuestra existencia, si poseemos el mayor tesoro que es amar… ¿toma verdadera importancia la complicación que nos da la sociedad?.
Hoy les escribí para decirles que no hay nadie más feliz y pleno que aquel que ama, hoy les escribí solo para hablarles de cuánto valen nuestras miradas y eso, no lo puede destruir nada, ni nadie.